miércoles, 19 de octubre de 2011

¿Qué sería del mundo sin la Ñ?

La vida no sería sueño, no añoraríamos el añil del mar, no cumpliríamos años, no habría un mañana.

Las cigüeñas no adornarían los campanarios, los ñús no pacerían en la sabana, el gato no nos arañaría.

El ermitaño no tendría cabaña que habitar, ni rebaño que cuidar, ni boñiga que saltar.

No cocinaríamos ñoquis a la boloñesa, no tomaríamos buñuelos de postre, ni podríamos ir de cañas.

Las niñas no peinarían moños a sus muñecas ni los niños jugarían a empuñar sus espadas.

No habría leña que el fuergo avivara, ni bañera que después de un largo día nos relajara.

No tendríamos pañuelos con los que secar las lágrimas que la morriña nos produjera.

No haríamos amigos panameños, puertorriqueños, ni brasileños.


Pero, señoras y señores, ¿saben lo peor de todo? Que yo no estaría aquí escribiendo para ustedes pues no habría español que enseñar.